Sin embargo, precisó que aún existen muchas barreras operacionales y burocráticas debido al uso de facturas físicas (de papel) que hace que el factoring no despegue al 100%. Las barreras están tanto en lado del emisor como en las entidades financieras, y consiste en temas puntuales como: la entrega de la factura al adquirente, obtener el sello de recepción, validar la autenticidad de la factura y el sello de recepción. Todos son problemas que no existen ni se presentan con la factura electrónica, ya que los procesos de facturación electrónica son más sencillos, económicos y transparentes.

Al respecto, indicó que el factoring creció y tomó mayor presencia en las mypes como herramienta de financiamiento porque permite obtener liquidez inmediata. Mencionó que se pasó de sólo 45 operaciones con facturas negociables en agosto del 2015 a cerca de 1.900 documentos a marzo de 2016 y cerrando el año 2016 con 8.777 documentos descontados durante el mes de diciembre.